Yaguarón, un distrito con potencial para la producción flexible en la industria de la confección.
Yaguarón es un distrito que aloja un clúster de confección con mucho potencial. En el blog anterior, analizamos sus características y las barreras tecnológicas, geográficas y de conocimiento para el desarrollo de la “manufactura flexible” como una estrategia de competitividad colectiva para las empresas integrantes del clúster. Este fue el foco del de las primeras fases del ciclo de aprendizaje realizado por el Laboratorio de Aceleración del PNUD y la Estrategia Nacional de Innovación (ENI) a través de la iniciativa Wendá.
En base a este análisis, el equipo detectó una oportunidad para fortalecer la flexibilidad de la producción en Yaguarón con la diversificación de los productos ofrecidos por los talleres que se dedican principalmente a la producción de pantalones vaqueros (jeans). En este caso, el nuevo producto elegido fue guardapolvos escolares.
Sin embargo, para los talleres, incorporar y ganar competitividad en un nuevo producto implica un proceso de experimentación y aprendizaje para optimizar el tiempo, costo y calidad de la producción — un proceso costoso y riesgoso, normalmente llevado a cabo de manera informal por talleres individuales.
¿Cómo se puede reducir los costos y riesgos de la diversificación productiva para desarrollar mayor flexibilidad en los clústeres de corte y confección?
Para responder a esta pregunta, diseñamos un prototipo de intervención para la transferencia de conocimiento en gestión productiva desarrollando un programa, personalizado al contexto, de capacitaciones a operarios y dueños de talleres basado en la optimización de tiempo, costo y calidad.
La intervención se centró en tres acciones
- Capacitación a los gerentes o dueños de talleres en la medición de costos con el objetivo de habilitar una planificación más racional de la producción a nivel de talleres individuales,
- Capacitación a los operarios sobre control de calidad de guardapolvos para contribuir al desarrollo de capacidades productivas “multifacéticas” o flexibles (la capacidad de cambiar rápidamente de función, tareas o productos).
- La aplicación de “control de calidad continuo” durante el proceso de la producción de guardapolvos para prevenir errores y rechazos. Normalmente, el control de calidad en las PyMEs se hace al final del proceso productivo, provocando altos costos por el rechazo y reproceso de los productos.
- Capacitación a los gerentes o dueños de talleres en la medición de costos con el objetivo de habilitar una planificación más racional de la producción a nivel de talleres individuales,
- Capacitación a los operarios sobre control de calidad de guardapolvos para contribuir al desarrollo de capacidades productivas “multifacéticas” o flexibles (la capacidad de cambiar rápidamente de función, tareas o productos).
- La aplicación de “control de calidad continuo” durante el proceso de la producción de guardapolvos para prevenir errores y rechazos. Normalmente, el control de calidad en las PyMEs se hace al final del proceso productivo, provocando altos costos por el rechazo y reproceso de los productos.
En resumen, nuestra hipótesis es que este tipo de servicios de capacitación y de control de calidad tienen potencial para mejorar la eficiencia colectiva del clúster, sobre todo si se desarrollaran de forma asociativa, como servicios colectivos prestados por la asociación de confeccionistas a sus integrantes la hipótesis que guió el diseño de la intervención.
¿Cómo se desarrolló y estudió concretamente esta investigación en el clúster de Yaguarón?
La intervención en territorio se desarrolló en cinco etapas (ver figura №2) y con una amplia base de articulación interinstitucional e intersectorial, generando externalidades positivas vinculando estratégicamente el sector privado con sector público, la cooperación internacional y la sociedad civil. Participaron dieciocho talleres, incluyendo integrantes de la Asociación de Confeccionistas de Yaguarón (ACY), confeccionando guardapolvos escolares.
Los estándares técnicos y de calidad fueron facilitados por una empresa privada (Fénix S.A. — Martel), la cual se encargó de proveer los cortes e insumos además de gestionar las capacitaciones técnicas y de producción a los grupos participantes.
El producto seleccionado, el guardapolvo escolar, responde a una demanda institucional manifestada por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Estos uniformes serán donados a comunidades indígenas de la Región Oriental. Esta articulación con el MEC es un claro ejemplo de cómo un proceso experimental de instalación de capacidades puede generar aprendizajes y evidencias para el diseño de políticas públicas.
Durante la intervención se logró además una sinergia interesante con el plantel de 21 instructores técnicos con conocimiento en confecciones del Servicio Nacional de Promoción Profesional Área Textil y Confecciones del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a quienes en el marco del proceso se transfirieron conocimientos técnicos y de calidad del producto (guardapolvos) así como también en métodos y tiempos en la confección con el objetivo de acompañar el proceso de control de la producción y relevar los tiempos.
Todo lo desarrollado giró en torno a la necesidad de identificar, medir, mejorar y evaluar las capacidades técnicas y de eficiencia productiva del clúster de confeccionistas esperando que las mismas colaboren en la mejora de la gestión productiva, estableciendo una oportunidad de crecimiento sostenido y aportando a la formalización del trabajo confeccionista. Encaramos toda la intervención con un enfoque experimental de evaluación, dividiendo de forma aleatoria a los talleres en dos grupos, para cuantificar el impacto de la intervención de la forma más sistemática posible. Los detalles de nuestra metodología, sus resultados y el análisis de sus implicancias serán el foco de nuestra siguiente entrega
¿Qué buscamos en las siguientes etapas?
La intervención generó muchos datos sobre las dinámicas sociolaborales y productivas impulsadas por la diversificación productiva. En el tercer blog, concluiremos el ciclo de aprendizaje presentando en detalle la metodología de evaluación de impacto que utilizamos, los resultados de la intervención, el análisis de los datos generados y los aprendizajes relevantes para las políticas industriales y estrategias de manufactura flexible.
Por Eva Torales, Carmen Gauto, Ana Lucía Giménez, Jorge Garicoche y el Equipo del Laboratorio de Aceleración del PNUD